Hemos Leído
Dali, Mesa Solar
Nos habremos emborrachado de palabras,
se ha quedado la calle como in albis,
las sogas se han empezado a hacer y deshacer,
los nudos,
los ojos,
vienen y van.
Cuando yo escuche: “amor”,
ha de ser no con los lapiceros,
sí con los dedos erizados,
suavizados,
¡en punta!,
el cuerpo físico –si es que ha de ser palabras-
que sea pura ebriedad,
por lo tanto,
no necesito ya los adjetivos, el adjetivo,
cuando no entra en los labios,
mata.
Debe caerse, tambalearse, hacerse añicos,
sentarse en las rodillas y escribir con las pupas,
algo así como querer decir:
esta cadena tiene forma de cintura
y ya no puede respirar,
esta coma tiene la forma de tu cuello
pero se quiere derrumbar,
esta emoción es un buque
que carga
en el desierto
dunas
de llanto,
que caen
literalmente
sobre
mis
ojos.
13/03/2006, 0:50:38
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